La Bolsa de Cereales de Buenos Aires recortó las estimaciones para la producción de los cultivos de verano y aún falta evaluar los daños por los recientes “golpes de calor” y “heladas tempranas”.
La BCR reportó que la proyección de producción del cereal cayó de 50 a 42,5 millones de toneladas respecto a las expectativas iniciales. Mientras que la de soja bajó de 37 a 34,5 millones en el último mes.
Las lluvias fueron determinantes para que los productores agropecuarios de la zona más afectada por la sequía decidieran salir a sembrar. El domingo en el norte de la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe se multiplicaban los tractores con las sembradoras. Apuestan no perder por tanto, y contra el “reloj biológico estacional” están implantando maíz y soja.
El panorama climático es desolador en diversas regiones agropecuarias del país. Los campos del centro- norte santafesino sufren el impacto de la sequía severa. Sin lluvias previstas hasta mitad de enero, los productores maiceros decidieron avanzar con el picado de las plantas. Los maíces sembrados tempranos serán usados como forraje o directamente lo destruyen con rolos. Esperan que haya humedad en el suelo y que el agua llegue a tiempo para avanzar con soja tardía, “si los tiempos del cultivo lo permiten”, dicen, entre las dudas y una tenue esperanza.
Las compensaciones para agricultores que no comercializaron su cosecha 21/22 con “dólar soja” fueron más que duplicadas por el Gobierno. Con los 2.531 pequeños y medianos productores que se agregaron, ahora son 4283 los beneficiarios en total. La medida fue comunicada este miércoles, a través de la Resolución 1/2023 publicada en el Boletín Oficial.
La segunda edición del “dólar soja” culminó este viernes con un ingreso de divisas que superó los US$3706 millones, lo que representó un incremento del 34% interanual y del 112% en relación al pasado mes de noviembre. A su vez, esta cifra superó por un 23,53% los US$3000 millones a los que apuntaba el Gobierno con este incentivo.
La sequía, que se agravó en los últimos meses, está dejando serias consecuencias en la producción agropecuaria. La soja no escapa a la situación y ya siente el impacto con un retraso en la siembra por la falta de humedad en la superficie.
Se da en el marco de la reapertura del Programa de Incremento Exportador, que establece un tipo de cambio diferencial de $230 por dólar para el complejo sojero.
Este lunes por la noche, un buque cargado con soja de casi dos cuadras de largo, rozó contra la escollera norte de Puerto Quequén, lo que casi lo lleva a la hundición. 
La iniciativa la llevan a cabo con la esperanza de que mejore el clima. Con las lluvias del último fin de semana, los productores de la zona núcleo pudieron comenzar a sembrar soja y en algunos casos maíz al contar con humedad superficial en los lotes y dar así impulso a una retrasada campaña de granos gruesos.